Una figura femenina se alza, esbelta, etérea y enigmática, formada por decenas de piezas que se entrelazan como caminos sin mapa. Eurídice no es una escultura estática: es un cuerpo en transformación constante.
Su superficie laberíntica invita a perderse en sus detalles: curvas que fluyen, vacíos que respiran, fragmentos que parecen buscar su lugar; cada uno de ellos fluye hacia el siguiente, como si la figura estuviera emergiendo o disolviéndose lentamente, atrapada en un tránsito perpetuo.
No hay una forma dominante, sino un diálogo entre lo caótico y lo preciso, entre lo construido y lo que amenaza con desmoronarse.
Su presencia vibra entre la materia y el vacío, desafiando los límites del cuerpo.
No está claro si está emergiendo o desvaneciéndose… y quizás ahí esté su poder.
Datos técnicos: Material: Acero Acabado: Acero pulido y negro mate Medidas: 53x32x18
Una figura femenina se alza, esbelta, etérea y enigmática, formada por decenas de piezas que se entrelazan como caminos sin mapa. Eurídice no es una escultura estática: es un cuerpo en transformación constante.
Su superficie laberíntica invita a perderse en sus detalles: curvas que fluyen, vacíos que respiran, fragmentos que parecen buscar su lugar; cada uno de ellos fluye hacia el siguiente, como si la figura estuviera emergiendo o disolviéndose lentamente, atrapada en un tránsito perpetuo.
No hay una forma dominante, sino un diálogo entre lo caótico y lo preciso, entre lo construido y lo que amenaza con desmoronarse.
Su presencia vibra entre la materia y el vacío, desafiando los límites del cuerpo.
No está claro si está emergiendo o desvaneciéndose… y quizás ahí esté su poder.
Datos técnicos: Material: Acero Acabado: Acero pulido y negro mate Medidas: 53x32x18
